Cuenco de cerámica romana

Denominación

Cuenco de cerámica romana (terra sigillata hispánica tardía, forma 37)

Autor:  
Cronología: Siglos IV – V d.C
Procedencia: Complutum
Material: Arcilla
Dimensiones:

Diámetro boca: 24’7 cm. Diámetro base: 6’2 cm. Altura: 12 cm.

Funcionalidad:  
Nº Inventario:

 

Localización: Centro de Interpretación de El Burgo de Santiuste

Descripción:

Cuenco de cerámica de tipo
Estas cerámicas, realizada a torno y a molde de barniz o engobe rojo, se denominan terra sigillata porque con frecuencia van marcadas con un sello (sigillum) que constituye la marca del fabricante. Son el material arqueológico más típico del mundo romano.
Este cuenco de grandes dimensiones es representativo de las producciones más tardías: tanto por su gran tamaño como por los dibujos geométricos, estilizados y de grandes dimensiones, que cubrían toda la superficie de la pieza, y que caracterizan los siglos IV y V.
La cerámica constituía una impresionante industria en el mundo romano. Millones de platos, cuencos, fuentes y otras formas cerámicas se producían a lo largo y ancho de todo el Imperio Romano, en grandes centros de producción que se encontraban en Hispania, la Galia, Italia y el Norte de África. La producción y la distribución estaban tan optimizadas que se desarrollaba una auténtica forma de comercio global. Las cerámicas finas se vendían a precio tan asequible que granjeros de Hispania podían permitirse la compra de vajillas que se habían fabricado en África. Hasta en la India, al final del mundo conocido, a miles de kilómetros de las fronteras del Imperio, era posible adquirir este tipo de productos. Es por tanto una actividad económica muy representativa de la tremenda expansión económica conocida por el mundo romano, y que benefició a casi toda Europa, Norte de África y Oriente Próximo.