Termas Norte

Autor: s.i.         
Cronología:

Mitad s I d.C. / reforma finales s III d.C.

Uso original:

Termas (baños públicos)/Curia (actividad política y judicial)

Uso actual: Cultural arqueológico
Propiedad: Pública
Acceso: Público
Protección: BIC zona arqueológica
Localización:

Foro romano de Complutum
(Camino del Juncal s/n – C/ Gonzalo Gil)

Descripción:

En los años 50-60 d.C. y en paralelo a la construcción de la Basílica se construyeron las termas norte, adosadas a aquella. Se trata de unos baños públicos, un edificio absolutamente estanco e independiente de la basílica, con la que no tenía ningún tipo de relación ni acceso.

Con un tamaño importante, estas termas pertenecían a una categoría arquitectónica que la arqueología denomina “termas provinciales” o “termas lineales”, nombre que deriva de la sucesión en línea recta de los diversos ambientes termales. Los romanos se bañaban sucesivamente en dos ambientes: primero en una sala con agua caliente (caldarium), después en una segunda habitación con agua fría (frigidarium), y esto se combinaba con el paso por  un tercer espacio de aclimatación, con ambiente tibio (tepidarium).

En el caso de Complutum, al Norte y con acceso desde el Decumano III se encontraba la entrada al complejo. En el eje Norte – Sur se sucedían un pequeño vestuario (apodyterium), un frigidarium con su piscina (natatio) incorporada, un tepidarium y finalmente un caldarium, cuya piscina se ubicaba en el ábside que recibía la luz directamente del Sur. Esta última sala sólo conserva la infraestructura para hacer funcionar el sistema de calefacción (hypocaustum).

El calor se originaba en un espacio ubicado inmediatamente al Sur, el praefurnium, donde en dos grandes hornos se encendían las hogueras para calentar el aire. Mediante fuelles se empujaba el calor, que circulando por sus respectivos tiros (abiertos entre sillares de arenisca) entraba en una cámara  repleta de arcos y pilas de ladrillo (pilae) que sostenían el suelo que realmente pisaban los usuarios, compuesto por una serie de baldosas cerámicas de grandes dimensiones y por un pavimento de tipo continuo, el opus signinum (suelo de áridos de caliza y cerámicos  aglomerados por un mortero blanquecino muy pulido).

Sin embargo a finales del siglo III d.C. las termas conocen una profunda remodelación: se abre un acceso desde la basílica y los espacios termales se amortizan y pasan a convertirse en espacios para la administración y el gobierno de la ciudad, concretamente una Curia. Se conserva en el siglo III el sistema de calefacción del caldarium no así el hypocaustum del tepidarium, y se amortizan los elementos relacionados con el abastecimiento de agua (specus que discurría paralelo a la antigua fachada de las Termas Norte abasteciendo a las piscinas de agua fría y agua caliente, así como al Ninfeo en el extremo Sur).  La sala calefactada se destina a reuniones del Senado que gobierna la ciudad (también llamado Curia), y seguramente a otros usos administrativos relacionados con la impartición de la justicia.

El antiguo frigidarium de las termas se convierte en el siglo III en sala de recepción con acceso desde la Basílica. A continuación, una sala de cota más baja coincidente con el área del antiguo tepidarium (ya sin hypocaustum) funcionaría como distribuidor, que permite el paso al criptipórtico y al antiguo caldarium (conserva su sistema de calefacción) convertido en una gran sala de reunión para la Curia. El conjunto queda integrado por tanto en una planta de doble ábside (se cierra la antigua entrada Norte a las termas, cegándose el arco con un ábside enfrentado al  del caldarium) y con un sistema de comunicación a distintas alturas que permite definir los sucesivos espacios a través de su relación visual y recorrido.

Las termas son sin embargo un espacio muy importante en la cultura romana, porque no se trata únicamente de un espacio higiénico, sino también de encuentro social y de ocio que los ciudadanos visitan con gran frecuencia, con tramos de horarios diferentes para los hombres y para las mujeres. Es por ello que junto a la nueva plaza del Mercado se levantan de nueva planta en el s III d.C. las Termas Sur, que suplen a las antiguas y desaparecidas Termas Norte.

Delante de la antigua fachada de las Termas Norte se construye un criptopórtico para la Curia, al que se dota de una fachada monumental, que imitaba los frentes escénicos de los teatros, y para el que se conocen importantes paralelos arquitectónicos en relevantes ciudades del Imperio. Se articulaba la fachada con cuerpos en avance y paños en retranqueo (se conserva este juego arquitectónico en el arranque del muro de opus caementicium).Columnas exentas descansarían sobre los podios en avance. Y las excavaciones arqueológicas nos permiten saber que el edificio complutense estaba revestido de mármoles de sustitución y decorado con esculturas. La composición de fachada se remataría con un friso que respetaría el juego establecido en avance y retranqueo. Lo presidía una inscripción poética, carmen epigraphicum que conmemoraba la rehabilitación del Foro a finales del siglo III.

Delante de la antigua fachada de las Termas Norte se construye un criptopórtico para la Curia, al que se dota de una fachada monumental, que imitaba los frentes escénicos de los teatros, y para el que se conocen importantes paralelos arquitectónicos en relevantes ciudades del Imperio. Se articulaba la fachada con cuerpos en avance y paños en retranqueo (se conserva este juego arquitectónico en el arranque del muro de opus caementicium).Columnas exentas descansarían sobre los podios en avance. Y las excavaciones arqueológicas nos permiten saber que el edificio complutense estaba revestido de mármoles de sustitución y decorado con esculturas. La composición de fachada se remataría con un friso que respetaría el juego establecido en avance y retranqueo. Lo presidía una inscripción poética, carmen epigraphicum que conmemoraba la rehabilitación del Foro a finales del siglo III.

Los criptopórticos son estructuras subterráneas, sobre los que a veces descansaban otros edificios que podían levantar una o dos plantas más, y que son muy frecuentes en la arquitectura romana, especialmente en los foros. El de Complutum se construye a finales del siglo III d. C., y se relaciona con el desarrollo de las funciones administrativas y de gobierno de sus edificios públicos, es decir, se enmarca en el mismo programa constructivo mediante el cual se construye la Curia. Sobre la estructura abovedada del criptopórtico se levantaba una nueva planta que probablemente serviría como tabularium de la ciudad (Archivo municipal). El criptopórtico se asienta sobre el acueducto que antes abastecía a las Termas Norte y el Ninfeo del siglo I, que por tanto pierde su función de transportar agua. 

El objeto del criptopórtico es construir un lugar de tránsito hacia la Curia con acceso desde la plaza monumental, ganar un nuevo espacio a la plaza que complemente la labor jurídica, legislativa y administrativa de los edificios públicos anexos, y servir de estructura a una gran fachada monumental que se levantaba sobre él embelleciendo la plaza vecina.

Nace por tanto de la reforma del siglo III el conjunto judicial, legislativo y administrativo de Basílica-Curia y criptopórtico (tabularium) de fachada monumental, un gran edificio tardoantiguo cuyas estancias quedan conectadas formando una unidad funcional que mantiene sin embargo los rasgos constructivos de los edificios primitivos del siglo I. El nuevo uso se acomoda al espacio definido por un diseño anterior, aunque con variaciones en la comunicación de las estancias al cambiar los recorridos.

Bibliografia:

Rascón Marqués, S. 2000. "Termas complutenses. Termas romanas en el occidente del imperio". En II Coloquio Internacional de Arqueología en Gijón, pp. 237-244. Gijón.
Rascón Marqués, S. 2004. Complutum Hispanorromano. La Ciudad y su Territorio. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid.