La basílica

Autor: s.i.
Cronología: Mitad s I d.C. / reforma finales s III d.C.
Uso original: Basílica civil (actividad jurídica y mercantil)
Uso actual: Cultural
Propiedad: Pública
Acceso: Público
Protección: BIC zona arqueológica
Localización:

Foro romano de Complutum
(Camino del Juncal s/n – C/ Gonzalo Gil)

Descripción:

La Basílica se construyó hacia los años 50/60 del siglo I d.C., en época del emperador Claudio, pero después es rehabilitada en el último cuarto del siglo III d.C. La Basílica del siglo III era un edificio de nave central rodeada por un pasillo (ambulacrum), del que la separaba una fila de columnas. Contaba con un suelo de lascas de piedra caliza y teselas de mármoles crema y negro (restos de mosaico) referidos al siglo I. El pavimento se eleva en el siglo III para hacerlo coincidir al mismo nivel que el edificio anexo con el que entonces se comunica, la Curia. Tiene a partir del siglo III un suelo de opus signinum, un mortero de cal, arena, piedra y ladrillo triturados, que ofrecía un aspecto absolutamente pulido cuando estaba en uso. Las paredes estaban revestidas y decoradas con opus sectile, una combinación de mármoles de sustitución (mármoles y calizas de canteras cercanas) de distintos colores  y revoco blanco, muchos de los cuales se han recuperado en la excavación arqueológica. Los paños interiores se decoran por medio de un friso corrido y pilastras que acentúan el ritmo arquitectónico de la composición.

Junto a la columna que flanquea por la derecha el acceso Norte a la Basílica (entrada desde el Decumano III), existiría la estatua de algún emperador o de algún gobernador o benefactor local que habría financiado la rehabilitación del siglo III. Su colocación (de la que sólo resta la huella del expolio en el suelo) permite igualmente que el usuario pasase ante ella cuando accedía desde la Basílica al edificio vecino, la Curia. Una cartela de opus sectile con orla de ladrillo se emplaza en el pavimento de la esquina NO de la Basílica, junto al acceso abierto a la Curia, cuya inscripción alude a la rehabilitación del siglo III y al benefactor que paga la reforma. La Basílica es quizá el edificio más característico de los foros romanos. En parte esto se explica por su función: en ella se desarrollaban acuerdos comerciales, pero sobre todo eran el Tribunal de Justicia, el sitio donde se aplicaba la ley, tan importante para regular la vida de estas ciudades. En Complutum  hemos de imaginar, en el extremo Sur de la Basílica, un tribunal elevado, probablemente por medio de una tarima de madera, donde se situarían el magistrado y las autoridades encargadas del juicio. Podría contar con un espacio diferenciado en el interior del edificio, destinado al uso del tribunal.

La planta basilical que se conserva es de finales del s III d.C., mientras que la planta original data de la mitad del s I d.C., con lo que es posible interpretar que las dos intervenciones responden a una misma planimetría, evitando en el s III el replanteamiento de una estructura arquitectónica de vanguardia en favor del modelo tradicional constructivo al que responde la basílica complutense. Esto se explica porque en realidad la basílica se enmarca dentro de un conjunto  con unidad de diseño y es complicado alterar su planta sin afectar al conjunto ni a la trama hipodámica urbana.

La planta basilical complutense se encuadra dentro de los cánones constructivos romanos de Basílica con ambulacrum, que tiene su origen en el Norte y Centro de Italia en época de Augusto (finales del siglo I a.C.), aunque en Hispania esta tipología se construye más tarde, en época de Claudio (s I d.C.). Se trata de un edificio de planta rectangular con distribución espacial de nave central rodeada en todo su perímetro por un pasillo o ambulacra articulado por columnas. Su perístasis es de cuatro columnas en cada lado corto y seis en cada largo (correspondiente al siglo III d.C., puesto que en el siglo I podría contar con una perístasis de 4x8). Presenta unas dimensiones totales de 29.30m x 16.60m al interior, convertidos en 32.54m x 17.80m exteriores, con una proporción de anchura aproximada de entre 1/2 y 2/3 la longitud.

La Basílica cierra con su lado largo el lado corto del Foro. Su tamaño se ajusta a las necesidades funcionales de un municipio. En cuanto al número de entradas a la Basílica, existe una entrada que se sitúa en el lado Norte, pero sus entradas principales se llevan a cabo desde la plaza del Foro. En el lado Este, se interpretan tres vanos: uno en el eje transversal del edificio respecto a la nave central, y otros dos (distintos entre sí) en los intercolumnios; siendo el menor de los vanos desde la plaza, mayor que la puerta Norte. Es la localización del Foro al Este de la Basílica lo que reclama un sistema de entradas acorde con las necesidades y la dignidad de este edificio municipal. Con respecto al lado Sur, también aparece un vano coincidente con el eje longitudinal de la Basílica, aunque se supone ser fruto del expolio del muro.

Los muros maestros del edificio se construyen en opus caemanticium sobre un zócalo de sillares de caliza, que han sido en su mayoría expoliados siendo visible la impronta de su huella a nivel de cimentación de los muros.

Bibliografía:

Rascón Marqués, S. 2004. Complutum Hispanorromano. La Ciudad y su Territorio. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid.
Rascón Marqués, S. y Sánchez Montes, A. L. 2009. "La basílica y los edificios administrativos del foro de la ciudad romana de Complutum. De los edificios de época de Claudio a la monumentalización urbana de los siglos III, IV y V". En Anales de Arqueología Cordobesa, nº 20: 175-202. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Córdoba. Córdoba.
Rojo Rincón, A. 1990. "Un ejemplo de modelismo arqueológico: la basílica de Complutum". En Actas del II Encuentro de Historiadores del Valle del Henares, pp. 85-92. Institución de Estudios Complutenses. Fundación Marqués de Santillana y Centro de Estudios Seguntinos. Alcalá de Henares.